domingo, 22 de noviembre de 2009

Confesión esteparia

Vanas vivencias que buscan desasirse de la conciencia;
buscas tu interés en una imposible [in]determinación.
Tristes palabras mellan una escapada difícil
e infieles pensamientos afloran
contradictorios, no queridos, infelizmente simultáneos.
Un viejo hombre tenía un raro zahir,
pero era un temor reverencial y admirante.
Quieres un enemigo, quieres una némesis:
al final, sólo quieres un poco de respeto.
¿Tan dostoievskiana se ha vuelto tu vida?
¿Tan ausente te encuentras en ti mismo,
que te escapas hacia ser infinitas máscaras?
Cada voz que te alcanza se ha vuelto hastío,
Cada color toma un tono frío.
Último camino, la actuación;
última senda, la mentira;
último ser, el hipócrita;
último fetiche, la vida [real].

1 comentario:

  1. Los juicios siempre son en primera persona del singular(inevitable supongo) y hasta acá está todo bien. El problema parte de la premisa base de toda personalidad esteparia la cual asume X y usa X como principio para todo lo demás. Podríamos decir que la diferencia entre ser un idiota o alguien único está en la perspectiva del espejo de Narciso. Desde la primera somos únicos, desde la segunda...unos idiotas. Pero esto solamente porque X condiciona todo...llegada una distancia prudencial de nosotros mismos es más fácil olvidar quien es el que piensa eso y arremeter contra el silencioso.

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